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   Es viernes por la noche. Te apetece salir, tu cuerpo te pide fiesta. Y música. Hoy al fin consigues juntarte con tus amigos, con quienes hacía muchas semanas que no estabas. Aunque parecía imposible en un principio, habéis acabado por poneros de acuerdo sobre el restaurante al que ir a cenar. Y el Zentral ha sido vuestra elección.

   El Zentral es un conocido restaurante de Pamplona que oferta importantes conciertos desde hace ya varios años. A lo largo del fin de semana se ofrece en la carta un menú nocturno de 25 euros, así como una variada carta con precios más asequibles. Las horas pasan rápidamente, y la noche comienza a perfilarse: ríes, comes, bebes, cantas y en definitiva, disfrutas de tus amigos y sus hazañas, sus chistes y sus torpezas.

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   Acabáis la cena y comenzáis a buscar un sitio en el que bailar. Aquí comienzan a distinguirse los distintos gustos y perfiles de tus compañeros. Los hay que desean acudir al bar Woodstock. Para otros, el Txintxarri es la mejor oferta. Y otros tantos solamente quieren disfrutar de un concierto que el Zentral ha organizado.

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   Los conciertos del lugar en el que habéis cenado son muy variados y pueden resultar atractivos para todo tipo de personas: música en inglés, en castellano y euskera; rock, jazz o soul en un mismo espacio. A menudo acuden personas más mayores que vosotros, pero todo el mundo sabe que son conciertos muy divertidos, pues esta sala de fiestas ya se ha ganado una inmejorable reputación entre los aficionados a la música.

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  Quienes prefieren ir a Woodstock suelen ser los más nostálgicos e inconformistas. Este bar de temática de los años 70 emula el espíritu hippie de aquellos que se congregaron en el festival musical del mismo nombre en 1969. Melenas, guitarra, rock, cuero y cerveza. Resulta un plan muy apetecible, y no se halla a una larga distancia de donde os encontráis. Además de conciertos tributo a exitosos grupos como Guns ‘n’ Roses, Queen, el archiconocido Jimi Hendrix o Los Beatles, Woodstock ofrece monólogos, una alternativa divertida y que cada vez se está integrando mejor en la noche pamplonesa. El ambiente oscuro, psicodélico y alternativo del lugar es algo a tener muy en cuenta.

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   Pero por otro lado está el Txintxarri, un bar que se está ganando una numerosa clientela en la ciudad. Aunque está dirigido a un público más joven, aficionado al pop y a la música indie, es un lugar muy agradable en el que conocer a gente interesante en un entorno más calmado y menos multitudinario que el de las dos opciones anteriores.

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   Finalmente, decidís dividir la noche y estar un rato en cada local para que todos terminéis contentos y satisfechos. Como se preveía, termina siendo una noche grandiosa, y al llegar a casa solamente tienes ganas de repetir la experiencia. La semana que viene, piensas, y te metes a la cama, exhausto.

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